El 22 de diciembre de 2021, el accionista de Junior Alejandro Char anunció con bombos y platillos el regreso de Miguel Ángel Borja a Junior, para comandar el frente de ataque y de una vez buscar una gran figuración internacional y ganar la anhelada décima estrella.

Hoy, 188 días después, cuando el mes de junio termina, Miguel Ángel Borja se marcha rumbo Argentina. Deja al Junior con una relación desgastada con la hinchada, varios goles, pero ningún título de importancia. Además, señalado por haber fallado goles trascendentales.

La relación entre Borja y los hinchas se comenzó a desgastar concretamente desde la fecha del jueves 26 de mayo, día en que con una victoria ante Unión de Santa Fe les hubiera bastado para avanzar a los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Junior comenzó perdiendo a los pocos segundos y ese penal, cometido a los 20 minutos sobre el mismo Borja, era trascendental para el partido. Si la bola hubiera entrado a las mallas, otra historia pudo haber sido a aquel lapidario 4-0 final con olor a vergüenza y humillación.

Ese era el penal más importante que iba a patear Borja en su retorno a Junior. Tras un amague y un potente tiro, Santiago Mele lo atajó, tras meter bien su mano y rebotando la esférica contra el travesaño. Borja falló. 

Luego de eso a los hinchas le comenzó a parecer más grandes los defectos que siempre había tenido Miguel Ángel.

Lo acusaron de fragilidad, de ser poco efectivo y que no ‘metía’ en los momentos importantes.

Todo este ambiente llevó a que el delantero buscara su salida del equipo y hace un par de semanas, cuando surgió la opción de River Plate de Argentina, no se lo pensó dos veces.

Ahora con el negocio prácticamente cerrado, a Junior le quedará un buen reingreso de dinero. Borja podrá tener otra oportunidad en el fútbol del exterior.

Y por, sobre todo, la gente calmara el repudio de un jugador que llegó con muchos ribetes y pocos resultados.

Borja marcó 16 goles en el semestre, 10 de ellos en Liga Colombia, fue tercer goleador del torneo, pero no pudo ganar un título de peso con el equipo, solo aquella Superliga del 2020.

La gente nunca le pudo perdonar los goles que erró, como una bola en el segundo palo ante Nacional que pudo haber empujado a Junior más cerca de la clasificación a la final.

Visceralmente la gente prefirió la salida del jugador, aunque se fuera con la deuda de un título, a la buena cifra de goles que logró en Junior en los torneos donde estuvo. Llegó a ser el treceavo goleador histórico del equipo con 51 anotaciones.

Con Borja virtualmente fuera de la nómina, se espera un refuerzo que pueda llenar con más suerte su vacío y, por supuesto, la consolidación de Fernando Uribe, otro que está en números rojos y a quien todavía no se la ha pasado cuenta de cobro.

En pocos días reiniciará el fútbol y ahora sin el cordobés, el listón está más arriba: Junior tiene que ser campeón.